El siguiente poema pertenece a Ana Contreras del sector Sor Teresa de Talca y fue realizado en el marco del programa “Creando a Chile en mi Barrio”. En un tono lírico la autora rinde un homenaje a los abuelos de su población.
MIRANDO A MIS ABUELOS
Hoy recopilé historias.
Me acerqué a la experiencia, conocimiento y sabiduría
De nuestra población.
Los vi caminar
Silenciosos y serenos
Recorriendo un camino difícil
Lleno de obstáculos y pendientes
Sin un destino fijo, sin una meta final.
Son senderos nuevos recorridos durante el otoño de sus vidas, enfrentados con esfuerzo, sacrificio, fortaleza y sabiduría.
Buenos días don Marcial (un hombre formal culto de buen vestir y saludar cordial)
Don Fabriciano, cómo está (siempre una sonrisa amable, un saludo fraternal)
Buenos días don Luis (un ser especial de hablar enredado, hombre de campo y de gusto por lo natural)
Señora María, don Daniel ¿Cómo están?
Siempre vemos la misma respuesta.
En su mirada serena y su hablar pausado sólo vemos la falta de compañía de recibir una palabra amiga, una sonrisa fraternal.
Sus casas reflejan el gusto por lo natural, el color, el dar vida a lo que no tiene vida, nos enseñan a usar tanto tiempo libre y expresar que en el invierno de sus vidas son seres útiles y productivos, aún pueden entregar lo que no queremos recibir.
Los veo tan solos, tan tristes tan cansados y agotados en el invierno de sus vidas, en un abandono inexplicable. Ellos viven día a día buscando el rayito de sol que les de un ultimo aliento, un despertar mejor, un pasar feliz.
Son obstáculos en sus vidas que a estas alturas ya les cuesta un poco más enfrentarlos, pero son aguerridos, fuertes, de gran coraje y decisión.
Es tan fácil tender una mano, dar cinco minutos de tu tiempo para esa comunidad silenciosa que cobijamos en nuestro Barrio, le brindamos tan pocas oportunidades, muy pocas cosas que hacer y ellos nos entregan tanto.
Una flor en las manos de la experiencia
El conocimiento en esas voces desgastadas
El cariño en esas miradas tristes
El calor de hogar en ese abrazo maduro
Un saludo cordial en esa necesidad de compañía
Una invitación a sus vidas
Para entregar el conocimiento recopilado
Entregar su experiencia a los inexpertos
Los abuelos se entregan tan solo por ser ellos.
Buenos días Sra. Olga, Sra. Graciela, Sra. Inés ¿Cómo amanecieron hoy?
La misma respuesta siempre,
Una sonrisa cálida, un beso en la mejilla,
Una mano cálida tendida al viento
Hoy estamos bien, mañana, mañana
Se lo diré…
ANA CONTRERAS
SOR TERESA – TALCA